La protección contra la infiltración de agua y la corrosión es esencial en la construcción, y entre las diversas opciones de impermeabilización disponibles, el impermeabilizante asfáltico se destaca por su fiabilidad y durabilidad.

Antes de elegir un tipo de impermeabilización, es crucial comprender qué es el impermeabilizante asfáltico y cuáles son sus características únicas.

Este material, derivado del petróleo, está compuesto principalmente por asfalto y aditivos que mejoran su resistencia al agua y a los elementos ambientales. Se aplica en forma líquida sobre superficies horizontales y verticales, creando una capa impermeable que protege contra la filtración de agua y la humedad.

El impermeabilizante asfáltico es versátil y se puede utilizar en una variedad de superficies, desde techos hasta cimientos y muros, siendo especialmente efectivo en climas húmedos o con fuertes precipitaciones.

Sus ventajas incluyen durabilidad, flexibilidad, fácil aplicación, costo-efectividad y compatibilidad con otros materiales de construcción.

Cuando se compara con el impermeabilizante acrílico, aunque ambos tienen sus pros y contras, el acrílico tiende a destacarse por su versatilidad, durabilidad y resistencia a los rayos UV. Un ejemplo destacado en esta categoría es el Imperaislante Termico, que ofrece una protección excepcional contra la humedad y los elementos, siendo ideal para una amplia variedad de aplicaciones en proyectos residenciales, comerciales e industriales.

Además le diminuye la termperatura al interior de tu obra, evitando gastos en aire acondicionado y en materiales aislantes.